Sí, hoy en día hay muchos debates polémicos, pero la bondad de los largos abrazos en el aeropuerto parece algo en lo que casi todos estamos de acuerdo. En serio, ¿cómo se puede odiar un abrazo con un ser querido, ya sea al llegar o al partir? Bueno, si algo hemos aprendido de Law List, es que nadie ni nada está completamente por encima de la ley, ni siquiera el abrazo en el aeropuerto.
Basta con preguntarle al Aeropuerto de Dunedin en Nueva Zelanda, que ha implementado un límite de abrazos para limitar las despedidas prolongadas. La orden se implementó el mes pasado mediante una serie de señales de llegada en la acera, cada una indicando a los viajeros que limiten sus abrazos a tres minutos en la zona de llegada.
Según el director ejecutivo del aeropuerto, Dan De Bono (quien probablemente también es un conocido abrazo), la medida se tomó para despejar el tráfico en el aeropuerto, no para castigar las muestras públicas de afecto. También señala que el estacionamiento de larga estancia es un excelente lugar para despedirse, pero no en las principales arterias del aeropuerto. Además, según De Bono, quienes abrazan solo necesitan 20 segundos para liberar oxitocina, la "hormona del amor" que suele generar un buen abrazo; así que tres minutos es un poco generoso.
Al igual que muchas ordenanzas aeroportuarias, no hay consecuencias legales graves por esperar demasiado tiempo, pero el personal de seguridad pasará por su puerta para informarle que es momento de continuar.